Este es el rincón que ella encontró para contar su historia y la de otros.
Es un poco de todo. Ella no empieza de cero, ya tiene retazos, lo aprendido en lo que lleva de vida, sólo le falta recogerlos y luego remendarlos para conseguir el diseño que quiere.
Remendare es su historia con menos dislexia emocional y un poco de asertividad: en el tiempo, en el ritmo y en el orden.